A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

miércoles, 25 de enero de 2012

CHAFA LLEDO: UN JUGADOR LEYENDA


"Si hubo un jugador-leyenda en el básquetbol argentino, ése fue el santiagueño Rafael Lledó". Dijo de el ORO uno de los grandes periodistas especializado en basquetbol de la revista El Grafico. Jugó en la Selección Argentina desde 1940 hasta 1952. Era un creador de alma que dominaba la cancha. Inspirado. Genial. Tenía la velocidad de la imaginación.
 Me crie escuchando hablar de el y sus hazañas. Con el tiempo y en mis inicios del periodismo tuve la oportunidad de hacerle una entrevista en su casa santiagueña. Amable, humilde, su personalidad contrarrestaba con su enorme figura deportiva.
A los 15 años ya fue campeón argentino con Santiago del Estero, en 1937. Llegó al equipo nacional con 17 años y fue tan inamovible que jugó seis Campeonatos Sudamericanos seguidos (1940, campeón en 1941, 1942 y 1943; 1945 y 1947), un récord de presencias para nuestro país que comparte con Finito Gehrmann, el Runcho Prato, el Gurí Perazzo y el Negro Romano. Olímpico en Londres 1948 y Helsinki 1952. Una vez la revista "El Gráfico" sonrió diciendo que "la camiseta nacional no la devolvía, se la llevaba a Santiago..."

Nadie le enseñó nada, pero su básquetbol tenía movimientos dignos de un universitario norteamericano. Mandaba la pelota como ninguno, salía desde atrás con pases de gol que pasaban rozando mágicamente a dos o tres rivales, con la fuerza justa. Nunca iba un balón fuerte en el pase. Siempre el exacto.

Llenó las canchas de todo el país. Se hizo aplaudir como local en cualquier lado. Transmitió su propia simpatía a sus compañeros. De ahí nació que los santiagueños fueran siempre muy bien recibidos.

Para que después se lucieran grandes como el Amo Alfredo Tulli, Gustavito Chazarreta, el Benja Arce y -más para acá- Miguelito Cortijo, alguien alguna vez tuvo que haber levantado en Santiago del Estero la bandera del básquetbol bien jugado. Y ése fue esta leyenda que se llamó Rafael Lledó. Otro de los grandes olvidados de Santiago del Estero.

No hay comentarios:

Publicar un comentario