Por ROBERTO VOZZA
Nació en Fernández, Santiago del Estero, Argentina, el 24 de febrero de 1948. En ese pueblo de agricultores por excelencia, junto con su hermano Manuel, alternó la docencia en una escuela de la zona con el fútbol. Militaron en el Club Independiente, en la desaparecida Liga Bandeña donde se desempeñaba como numero 5.
Sus cualidades fueron valoradas con gran expectativa de futuro muy tempranamente, por lo que el Club Atletico Unión de la ciudad capital, afiliado la Liga Santiagueña – la mayor de la provincia - los incorporó a sus filas a mediados de la década del 60. Manuel jugó de puntero izquierdo.
La visión del entrenador Roberto Taboada hizo que Galván fuera ubicado como defensor central, donde sus dotes y cualidades futbolísticas le hicieron a poco ocupar un sitial destacado en el plano provinciano.
Tenia la particularidad no solo defender la zaga de su equipo con sobrada eficacia, sino que a la par de ordenar a su defensa, se proyectaba en posición ofensiva lo que hizo resaltar sus virtudes de jugador completo.
El nivel de profesionalidad trascendió las fronteras santiagueñas. Las mentas del excelente defensor santiagueño se conocieron en Córdoba, e interesó al ascendente Club Atletico Talleres.
Un ex presidente de Unión, don Italo Paoletti, relacionado con la entidad cordobesa ofició de intermediario y Galván en 1970 pasó a integrar las filas de la institución cordobesa cuya actuación en el plano nacional comenzó a cobrar altura.
Sin embargo, no fueron muy halagueños sus primeros tiempos. Necesitado de trabajar, fue incorporado a la fábrica automotriz Fiat de la capital cordobesa, situación que conspiró para dedicarse de pleno al fútbol.
Con la llegada al club de Angel Amadeo Labruna, aquel brillante ex jugador de River Plate y la selección nacional, la situación cambió.
Lo convocó y solucionado el aspecto laboral, Galvan pudo integrarse plenamente al plantel de Talleres, que a partir de 1974 se convirtió en revelación del fútbol argentino.
Ganó invicto en 1975 la primera rueda del Campeonato Nacional en su zona y concluyó en el cuarto lugar en el certamen ganado por San Lorenzo de Almagro.
Un equipo que daba para mas y lo demostró al año siguiente, cuando llegó a la rueda final ubicándose entre los cinco mejores del certamen, mezclado entre los grandes del fútbol argentino.
La fama de Talleres se consolidó en los dos años subsiguientes en ese mismo campeonato nacional. En 1976 fue derrotado en la semifinal por River Plate 0-1 y en 1977 fue subcampeón al perder por diferencia de goles con Independiente después de haber empatado en los dos compromisos 1-1 y 2-2, respectivamente, por prevalecer los goles en calidad de visitante que favoreció a los “ rojos” de Avellaneda..
Le esperaba entonces el momento culminante a aquel humilde muchacho del fútbol rural de su provincia natal: la selección nacional y la obtención del Campeonato del Mundo en 1978.
A la hora de la preselección, Cesar Menotti lo tuvo en cuenta y lo convocó para hacerlo titular en aquella línea defensiva integrada por Olguin, él, Passarella y Tarantini,
Fue algo discutida su inclusión y titularidad. No obstante Menotti reconoció en Galván como el mejor defensor
“tiempista” de ese momento, a despecho de la clásica marcación potente para el puesto.
En 1982 volvió a integrar la defensa argentina en el torneo ecuménico realizado en España.
Ese año se desvinculó de Talleres después de 279 presencias oficiales y haber marcado tres goles para enrolarse en Atlético Loma Negra de Olavarría en 1983 donde jugó l4 partidos.
Al siguiente volvió a Córdoba pero esta vez para vestir la casaca de Belgrano, el gran rival de Talleres, y jugar 10 partidos.
Por esa época lo contrató luego Central Norte de Salta, donde tras una temporada, jugó un año para el Bolívar de Bolivia. Retornó a Talleres de Córdoba en 1987 y tras dos años de actuación, cerró su ciclo futbolístico en el club homónimo de Jesús Maria, Córdoba, en 1989.
Luis Adolfo Galván desde el retiro incursiona en el periodismo deportivo en la ciudad de Córdoba, donde su paso por el fútbol lo convirtió en un autentico ídolo de permanente recordación.
CARACTERISTICAS
Notable defensor; seguro en la marca con capacidad para hacer las pausas y proyectarse como medio campista y entregar con precisión el balón a sus compañeros.
TRAYECTORIA:
Independiente de Fernández, Santiago del Estero
Club Atletico Unión, Santiago del Estero
Talleres de Córdoba
Loma Negra de Olavarría
Belgrano de Córdoba
Central Norte de Salta
Bolívar de Bolivia
Talleres de Córdoba
Talleres de Jesús María (Córdoba)
Jugó 313 partidos oficiales
PALMARES
Campeón con Talleres de Córdoba en 1974, 1975, 1976, 1977, 1978 y 1979.
Subcampeón Nacional en 1977 (Talleres de Córdoba)
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