A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

martes, 10 de enero de 2012

FEISBUC, CACHO, LA RADIO, EN LA OPTICA DE ARAGON

Me hice del Feisbuc, me deshice, me volví a hacer. Y siempre que tengo que encarar un laburo nuevo me tengo que ir, porque si no, me hace perder mucho tiempo. Ahora me han dado unos trabajitos y por eso lo dejé. Puede ser que vuelva, pero no sé cuándo. Lo que pasa también es que mucha gente no entiende de lo que se trata esto, es un medio de comunicación, con un alcance distinto que un diario, una radio, la tele, pero un medio de comunicación al fin. Muchos creen que es una máquina que tienen en la casa en la que pueden escribir lo que se les canta el culo. Ya he perdido un amigo que no lo entendía y entraba, cada vez que podía, a insultarme. Cuando lo desafié a pelear en el parque, como corresponde, se me cagó de risa. Tuve que insultarlo yo también para que se diera cuenta de que la cosa iba en serio. Otra cosa, lo de Simón. A muchos los divertía, a otros los embolaba. Pero la mayoría descalificaba, quién es ese, no sabe nada de folclore, no debe ser santiagueño, decían. Qué mierda importa eso, lo que interesa realmente es ¿tiene razón en lo que dice o no la tiene? Si la tiene, muy bien, si no la tiene, discutan, pero no descalifiquen. Y una cosita más, cuando recién salió Simón, uy, qué lío se armó. Pero a los dos o tres días había perdido el interés. Así son los medios hoy, la mayoría, tienen que vender con malas palabras, mujeres en bolas, culos. Pero no puedes ir por el mundo soltando frases ingeniosas porque la gente se cansa, la gente está para los guachiturros, no para Atahualpa. Y va a cambiar a los guachiturros en cuanto aparezca algo peor. Y contra eso no se puede competir.
Sobre Cacho. Es uno de los últimos locutores-conductores-animadores de una estirpe que ya no viene más. Es de los que en la vida diaria podía soltar una mala palabra tras otra, pero nunca en la radio, nunca en una animación. Cuidaba el lenguaje y la voz. La voz no era la que uno tenía, por lo menos en la radio, era la que se impostaba, la que se ejercitaba, la que se cuidaba, no como ahora que cualquiera con voz de pito dice cualquier cosa. Esa radio de la que Cacho era partícipe, además era otra radio. Los locutores de antes pretendían elevar a la gente, no ponerse a la par. La cumbia se pasaba a la siesta un ratito, era para que la oigan las chicas del campo que estaban lavando los platos en la casa o en la casa de la patrona. Luego, durante todo el día se pasaban canciones del acervo tradicional, boleros, tangos, música en inglés, en francés, en italiano. Y algunas radios, como Nacional, hasta se daban el lujo de pasar música clásica de la buena. Era una radio que no permitía el telefonazo de "pasame un tema y mandale un saludito a mi madrina que vive en el Borges". Eso era para los primerizos, para gente que no sabía que se trataba de un medio de comunicación que se debía cuidar.
Cacho era, junto con Pupi y varios más, de esa generación los ultimos guardianes de una radio que ya fue.
Porque la radio ahora es otra cosa. Sólo un instrumento para que el dueño gane plata. En El Bobadal hay tres radios. Alguna vez he charlado con los changos que trabajan en las tres, ¿por qué no dan noticias locales?, ¿por qué no hacen periodismo?, les he preguntado, no saben por qué, pero los dueños no los dejan. No pueden pasar ni siquiera información básica: cuánto ha llovido, qué caminos están intransitables, quién ganó el último reducido de fútbol, a quién metió preso la policía el sábado pasado a la salida del baile, además tienen internet, así que podrían leer las tapas de los diarios de Santiago, Tucumán, Buenos Aires. Pero lo hacen. ¿Por qué? Un amigo, que oye radio en el pago pero no es periodista, me dio la clave. Si pasan esa información, a esa misma hora las otras radios van a aprovechar para seguir pasando música de cumbia, cuartetos, que es embrutecedora, que no hace pensar, que finalmente es lo que el mundo moderno quiere, no pensar.
Frente a una radio que te hacía pensar, volver a otros tiempos, divertirte, darte elementos para manejarte en la vida de todos los días, como la que hacía Cacho y tantos otros, ahora hay otra que solamente privilegia la ganancia del dueño. De un tiempo a esta parte ya no hay otra medida para hacer las cosas que el dinero. Algo impensable en los tiempos que la muerte Cacho Hofman clausuró para siempre.
Y podríamos seguir hablando, pero ya está, es largo lo que escribí. Espero no haber sido pesado.

                                                                                                         juan manuel aragon

1 comentario:

  1. Gracias Alfredo por esta publicación y gracias al Sr. Aragón que puso de relieve, las cualidades de Cacho en la radiofonía santiagueña.
    Sin dudas y tal como lo expresa Aragón en su nota, el paso de Cacho Hoffman por la radio, marcará junto a tantos otros amigos del ambiente, un punto de referencia obligado en la historia de ese medio.
    Un afectuoso saludo a ambos y mi agradecimiento es hecho en nombre mío, de mi hermana Marta y de las hijas de Cacho, Maria Ana, Maia y Laurencia, que hemos preferido colocar una sonrisa en el corazón, cada vez que la tristeza de su ausencia intenta poner un marco de sombra en el alma.

    ResponderEliminar