______________________________
En la foto don Andres Chazarreta, Lito Ballardo (por SADAIC), Julio Santillan, Lazaro Criado y Manuel Bellido, durante la inauguracion del primer busto de bronce del folclorista en la esquina de 25 de Mayo y Julio A Jerez
______________________________
En la ultima parte de su relato para la Fundacion Atahualpa, Alberto Bravo Zamora comenta:
Julio Carrizo, guitarrista que lo acompañara en sus grabaciones, me relató que poco tiempo antes de su muerte, durante una actuación de la orquesta folclórica de José Gerez en el Centro de Provincianos Unidos, llegó Julio Jerez. Cuando el público advirtió su presencia, aplaudiendo le pidió que cantara. Sin hacerse de rogar, subió al escenario e interpretó “Huella, Huella”, zamba que le pertenece y “Chacarera del arbolito” también suya, con letra de Atahualpa Yupanqui”.
Julio Argentino Jerez, luego de volver de un homenaje que se le ofreciera, murió en la ciudad de Buenos Aires el 21 de septiembre de 1954 a las tres de la tarde de edema agudo de pulmón .
Haciendo honor a su bien ganada fama de mujeriego, dejó tres “viudas”: Julia Crivelaro , la “Gorda Buitrago y Esther Coronel .
Muchos años después, en una memorable reunión en el “rancho de Ibarra” escuché la versión desopilante de “Birili” Sánchez, Julio Carrizo, José Antonio Faro y Antonio Ríos, sobre el plan que se les había ocurrido y la ejecución del mismo con el fin de evitar el encontronazo de las “viudas durante el velatorio.
Relataron que de acuerdo con lo resuelto, cada uno de los tres primeros se encargaría de una “viuda” y que Antonio Ríos haría de coordinador. En la habitación donde lo velaban, había dos puertas, una de las cuales daba al exterior. Entró la primera y, pasado un tiempo prudencial, “Birili” se encargó cariñosamente de sacarla al patio; De inmediato Antonio Ríos, con una seña disimulada, le advirtió a Julio Carrizo que el camino había quedado despejado. Éste tomó del brazo a la segunda y la acompañó hasta el ataúd. Mientras tanto el “Gordo” Faro, con tono de ocasión y palabras de consuelo, distrajo a la última de las viudas hasta el momento en que le tocó su turno de despedirlo. Y así finalizó sin inconveniente alguno, el singular velorio Julio Gerez.
Había otorgado su testamento en forma de chacarera, cuando en “Añoranzas” el himno santiagueño, expresa:
Tal vez en el campo santo
no haya lugar para mí
paisanos les vua pedir
antes que llegue el momento
Tirenme en campo abierto
pero allí donde nací
Sus amigos, recogiendo su anhelo, iniciaron inmediatamente un movimiento conducente al traslado de sus restos.
Volvió a La Banda, ciudad a la que estuvo ligado por lazos afectivos indestructibles, en el tren Estrella del Norte el sábado 25 de septiembre a las 9,20, traído por su cuñado “el Duro” García, que había viajado al efecto y el Dr. José Antonio Faro, representante de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores.
En la estación de La Banda se había reunido gran cantidad de gente. Fue llevado a la casa de su madre, Sarmiento 494, literalmente cubierto de flores. Allí permaneció hasta las 16, en que se inició el imponente cortejo; la gente condujo el ataúd a pulso hasta el cementerio. El acompañamiento con música de bombos y guitarras, se detenía en las esquinas, ejecutando una chacarera en cada una de ellas, constituyendo una verdadera elegía folclórica. Tales manifestaciones se acentuaron y alcanzaron su máxima expresión cuando ya al borde de la tumba lo despidieron con un sentido responso de música vernácula. ”. Dijo EL LIBERAL: “Se deshizo en lágrimas incontenibles la angustia que oprimía todos los corazones de los presentes y el llanto fue el desborde de ese nudo que ceñía las gargantas con el pesar y el dolor por el ausente”
Allí hicieron uso de la palabra: José Antonio Faro en representación de Sadaic y por los folcloristas santiagueños residentes en Buenos Aires; José Fernando Arias, por la Municipalidad y la Comisión Honoraria Municipal; Alejandro Bruhn Gauna por la peña “Andrés Chazarreta del Centro de Viajantes; Hipólito Noriega en nombre de la comisión provisoria del Instituto del Folclore; Juan Simón, por sus amigos personales; Nabor Barrionuevo por la peña “Benicio Díaz”, y Leandro Martínez, por sus amigos bandeños y, al hacerlo, anunció la la formacion de la peña "Julio Argentino Jerez"
Julio Argentino Jerez, luego de volver de un homenaje que se le ofreciera, murió en la ciudad de Buenos Aires el 21 de septiembre de 1954 a las tres de la tarde de edema agudo de pulmón .
Haciendo honor a su bien ganada fama de mujeriego, dejó tres “viudas”: Julia Crivelaro , la “Gorda Buitrago y Esther Coronel .
Muchos años después, en una memorable reunión en el “rancho de Ibarra” escuché la versión desopilante de “Birili” Sánchez, Julio Carrizo, José Antonio Faro y Antonio Ríos, sobre el plan que se les había ocurrido y la ejecución del mismo con el fin de evitar el encontronazo de las “viudas durante el velatorio.
Relataron que de acuerdo con lo resuelto, cada uno de los tres primeros se encargaría de una “viuda” y que Antonio Ríos haría de coordinador. En la habitación donde lo velaban, había dos puertas, una de las cuales daba al exterior. Entró la primera y, pasado un tiempo prudencial, “Birili” se encargó cariñosamente de sacarla al patio; De inmediato Antonio Ríos, con una seña disimulada, le advirtió a Julio Carrizo que el camino había quedado despejado. Éste tomó del brazo a la segunda y la acompañó hasta el ataúd. Mientras tanto el “Gordo” Faro, con tono de ocasión y palabras de consuelo, distrajo a la última de las viudas hasta el momento en que le tocó su turno de despedirlo. Y así finalizó sin inconveniente alguno, el singular velorio Julio Gerez.
Había otorgado su testamento en forma de chacarera, cuando en “Añoranzas” el himno santiagueño, expresa:
Tal vez en el campo santo
no haya lugar para mí
paisanos les vua pedir
antes que llegue el momento
Tirenme en campo abierto
pero allí donde nací
Sus amigos, recogiendo su anhelo, iniciaron inmediatamente un movimiento conducente al traslado de sus restos.
Volvió a La Banda, ciudad a la que estuvo ligado por lazos afectivos indestructibles, en el tren Estrella del Norte el sábado 25 de septiembre a las 9,20, traído por su cuñado “el Duro” García, que había viajado al efecto y el Dr. José Antonio Faro, representante de la Sociedad Argentina de Autores y Compositores.
En la estación de La Banda se había reunido gran cantidad de gente. Fue llevado a la casa de su madre, Sarmiento 494, literalmente cubierto de flores. Allí permaneció hasta las 16, en que se inició el imponente cortejo; la gente condujo el ataúd a pulso hasta el cementerio. El acompañamiento con música de bombos y guitarras, se detenía en las esquinas, ejecutando una chacarera en cada una de ellas, constituyendo una verdadera elegía folclórica. Tales manifestaciones se acentuaron y alcanzaron su máxima expresión cuando ya al borde de la tumba lo despidieron con un sentido responso de música vernácula. ”. Dijo EL LIBERAL: “Se deshizo en lágrimas incontenibles la angustia que oprimía todos los corazones de los presentes y el llanto fue el desborde de ese nudo que ceñía las gargantas con el pesar y el dolor por el ausente”
Allí hicieron uso de la palabra: José Antonio Faro en representación de Sadaic y por los folcloristas santiagueños residentes en Buenos Aires; José Fernando Arias, por la Municipalidad y la Comisión Honoraria Municipal; Alejandro Bruhn Gauna por la peña “Andrés Chazarreta del Centro de Viajantes; Hipólito Noriega en nombre de la comisión provisoria del Instituto del Folclore; Juan Simón, por sus amigos personales; Nabor Barrionuevo por la peña “Benicio Díaz”, y Leandro Martínez, por sus amigos bandeños y, al hacerlo, anunció la la formacion de la peña "Julio Argentino Jerez"
No hay comentarios:
Publicar un comentario