A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

lunes, 23 de enero de 2012

REUTEMANN Y UN OSCURO COMPLOT


Por Alfredo Pelaez
Carlos Reutemann no fue campeón del mundo de la Fórmula 1 por convicciones propias y deslealtades ajenas, según se desprende de “Reutemann: Rey sin corona en la Fórmula 1″, libro que repasa la carrera del Lole, escrito por los periodistas Bruno Passarelli Alejandro Di Giacomo
Con prólogo del periodista italiano Pino Allievi, actualmente el jefe editorial de La Gazzetta dello Sport, y un estilo original compuesto por Di Giácomo y Passarelli, la obra viene a completar un vacío de muchos años (un acto de justicia) y pone blanco sobre negro en la carrera del ex piloto, que aún hoy en la Argentina sigue sin cosechar el reconocimiento de su talento que sí se le brinda en el mundo.
“Poco cuenta, en el ámbito de una aventura humana, que Reutemann no haya ganado un campeonato del mundo. Cuenta, en cambio, el signo indeleble que dejó en un deporte donde a menudo se entra y se sale sin dejar rastro alguno. Carlos llevó a los grandes premios una velocidad impresionante que se tradujo en poles position imposibles para cualquiera y en carreras de leyenda”, escribió Allevi en el prólogo.
Y agrega: “Carlos, sobre todo, dio a la F1 una importante inyección de humanidad, de lealtad, de valores. Cuando Enzo Ferrari lo definió `atormentado y tormentoso`, Carlos se ofendió. En realidad, un hombre atormentado es un hombre que vive, que conoce, que se plantea preguntas, dudas. Y tormentoso es quien no se detiene en la superficie sino que escarba, indaga, piensa”.
No fui su amigo, pero si un conocido intimo. Un periodista que atendía y reconocía. Mi recordado amigo y maestro Alfredo Parga en una oportunidad le dijo: "Este joven es de un diario del interior, El Liberal de Santiago del Estero, que hace un esfuerzo enorme para seguirlo, le pido que le de bolilla". Fue la varita mágica de aquel día el hosco "Lole" me atendía y eso era mucho decir. Pero en esta oportunidad quiero recordar el año que pudo ser campeón y aquella desobediencia de Brasil le jugo en contra. En 1981, habiendo superado al primer piloto de la escudería Williams, Alan Jones, finalizo segundo en el campeonato de pilotos con una diferencia de solo un punto con respecto al campeón Nelson Piquet. Es probable que haya sido víctima de un oscuro complot por parte de la escudería como represalia por no obedecer instrucciones de dejar ganar al primer piloto en el Gran Premio de Brasil, en aquella oportunidad del mítico cartel "Jones-Reutemann que gano el argentino brillantemente bajo la lluvia en el circuito de Jacarepagua, en Barra de Tijuca, Rió de Janeiro, carrera en la que estuve junto a mi querido amigo Juan Carlos Diaz Gallardo
UN POCO DE HISTORIA
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Profundamente decepcionado con Lotus, Reutemann acepta una oferta para integrarse al promisorio equipo Williams, cuyo ascenso en la categoría se basaba en el generoso aporte financiero de petroleros árabes. La función de Reutemann era la apuntalar la candidatura al título de su compañero de equipo, el australiano Alan Jones. Sin embargo logró una magnífica victoria en el Gran Premio de Mónaco, brindando una extraordinaria lección de manejo bajo la lluvia. 
Habiendo Jones ganado el campeonato de 1980, Reutemann supuso que contaría con iguales posibilidades de pelear por el título en 1981 dentro del equipo. Su suposición, empero, resultaría errónea. En la primer carrera, celebrada en Long Beach, cedió el primer puesto a Jones luego de realizar una maniobra fallida. Sin embargo desde boxes ya le estaban indicando que debía dejar pasar a su compañero de equipo para que éste se hiciera con la victoria. La segunda competencia se llevó a cabo en Brasil, bajo una lluvia torrencial. Reutemann tomó la delantera seguido a varios segundos de distancia por Jones. Desde boxes le indicaron nuevamente que debía ceder la punta al australiano, pero esta vez Reutemann desobedeció la orden del equipo y lideró la competencia hasta el final. La ausencia de Jones y de la totalidad de los mecánicos de Williams en los festejos de la carrera marcó el quiebre de la relación.

Si bien Reutemann volvió a ganar en el Gran Premio de Bélgica, sus posibilidades se vieron comprometidas por la falta de apoyo del equipo. A esto se sumaba el espectacular ascenso del piloto brasileño Nelson Piquet a bordo de un Brabham cuyo sistema de suspensión activa estaba sospechado de ser ilegal. Reutemann también se vio perjudicado por la decisión de la F.I.A. de anular los resultados del Gran Premio de Sudáfrica, que Reutemann se había adjudicado en forma holgada, a los efectos de superar un conflicto surgido entre la federación y algunas escuderías de Fórmula 1 como Ferrari, que se negaron a participar de dicha prueba. Sus problemas continuaron con la polémica decisión de Williams de reemplazar a Michelin como proveedor de neumáticos de la escudería por Goodyear. Era sabido que el santafecino, a diferencia de Jones, se sentía más cómodo con los neumáticos franceses, más blandos y rendidores que los neumáticos estadounidenses. En definitiva Reutemann, quien había obtenido 37 puntos en las primeras 7 competencias del campeonato frente a 24 de Jones y 22 de Piquet, sólo obtuvo 12 unidades en las 7 competencias siguientes, frente a 26 de Piquet y 13 de Jones. El campeonato tuvo su definición en el Gran Premio de Estados Unidos, disputado en un intrincado y absurdo circuito construido en la playa de estacionamiento del hotel Caesar's Palace de Las Vegas.

ReutemannPiquet y había marcado la pole position para la carrera. Pero los dos vehículos Williams habían sufrido problemas mecánicos que obligaban al cambio de motor en las dos unidades. Reutemann solicitó el motor más nuevo y potente pero Frank Williams, el jefe del equipo, se lo negó aduciendo que ese motor era para Alan Jones, quien ya no contaba con chances para pelear el campeonato. Luego de la largada, Reutemann tomó la delantera pero de inmediato comenzó a sufrir problemas mecánicos, siendo relegado a la quinta posición. Piquet marchaba detrás de él. El brasileño tenía fiebre y apenas podía concentrarse en el manejo de su vehículo pero, aún así, logró superar al argentino, adjudicándose el campeonato por un sólo punto. Aquel dia a mas de un periodista se nos escapo un lagrimon. Años más tarde se le preguntó a Reutemann si nunca consideró la posibilidad de colisionar con Piquet cuando éste hizo la maniobra para superarlo, tal como hicieron y harían otros pilotos, sabiendo que esa manera se hubiera consagrado campeón. La hidalguía y caballerosidad deportiva de Reutemann quedó de manifiesto cuando respondió: "No hubiera soportado ganar un campeonato de esa manera". 
Reutemann y Williams lograron recomponer su relación para 1982 con el objeto de disputar un nuevo campeonato. Jones se había retirado y Reutemann fue confirmado como piloto principal, acompañado por el piloto finlandés Keijo Rosberg. Sin embargo, cerca ya de los 40 años, Reutemann advirtió que ya había perdido definitivamente su posibilidad de consagrarse campeón. Sus motivación decreció aceleradamente a medida que comprendía que su Williams, equipado con un motor Cosworth nada podía hacer para desafiar a los potentes motores turbo de Ferrari y Renault. Luego de un segundo puesto en el Gran Premio de Sudáfrica y de un abandono al colisionar con el francés René Araños en el Gran Premio de Brasil, anunció su retiro.

Irónicamente, de haber continuado hasta el final de ese campeonato, Reutemann bien pudo haberse adjudicado el título pese a la inferioridad mecánica de los Williams. Los Renault experimentaron problemas de motor que afectaron decisivamente su perfomance en la segunda mitad del torneo y Ferrari quedó atrapada en una profunda crisis motivada por la trágica muerte de Gilles Villeneuve y otro grave accidente que interrumpió definitivamente la carrera de su otro piloto, el francés Didier Pironi. El irregular campeonato de 1982 quedó finalmente en manos de Keijo Rosberg, quien insólitamente se coronó campeón tras ganar una sola competencia. Consultado sobre si se arrepentía de aquella decisión, Reutemann respondió: "Cuando pienso en eso recuerdo que, cuando era niño, debía ir a la escuela a caballo.....y de allí llegué a ser piloto de Fórmula 1. Ese placer no me lo quitará nadie".

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