A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

miércoles, 25 de enero de 2012

UN PRIVILEGIO DEL QUE ME DI CUENTA TARDE

     Por Roberto Vozza
Se ha rescatado la memoria de Rafael LLedó, un grande de la historia del basquetbol argentino. Pero a esa rápida semblanza de Osvaldo Ricardo Orcasitas, amerita profundizar un poco mas en la personalidad deportiva de este superdotado que no solo brilló en un piso de baloncesto; porque “Chafa” jugó a todo y siempre fue ganador.
Las memorias se borran con el tiempo, pero por suerte uno intenta rescatarla por eso vale ahora recordar que Rafael LLedó alternó el basquetbol con el futbol donde se destacó como numero 5 de aquel Club Atletico Estudiantes que ocupó los primeros planos del futbol santiagueño en la década del 40’. Ese equipo memorable que hasta se dio el lujo de disputar las semifinales de un campeonato argentino de campeones para caer dignamente derrotado ante San Lorenzo de Almagro.
Y “Chafa” estuvo entonces en la mira del futbol grande, porque lo tentó Ferrocarril Oeste para incorporarlo a sus filas. Pero prefirió quedarse en el pago, seguir siendo empleado público y alternar el ocio con los naipes en el Centro de Viajantes o jugar brillantemente al billar con el record de meter una vez las 15 de bolada.
Eran tales sus condiciones naturales, sumadas a su inteligencia, que en una oportunidad sorprendió al plantel basquetbolistico de All Boys de Tucumán que fue a la tarde a verlo jugar un partido oficial de futbol por Estudiantes y a la noche tenerlo de rival en la cancha de Estudiantes Unidos en la disputa de un cuadrangular luciendo la casaca de su Santiago BBC.
Chafa vivió en Avda. Roca casi Rivadavia. Una antigua casona que ya no existe y compartió con su familia (dos hijas) e incluyó a su madre, doña Anita y a dos hermanos, Paco y Elisa. Una pared medianera la  separaba de mi casa natal lo que me permitió compartir los juegos de niño precisamente con sus hijas Cristina y Luisa. Y cuando crecí recién pude darme cuenta de quien fue él en el deporte argentino y entender el porque de esa foto que ilustra la nota central en su evocación, colgada al pie de la cama matrimonial registrada por “El Gráfico” en marzo de 1948 en una de sus tantas convocatorias a la selección nacional en Buenos Aires.
“Chafa” fue campeón argentino de basquetbol con Santiago del Estero, con 15 años de edad y de pantalones cortos; Campeón Argentino de Campeones con Santiago BBC, Campeón Sudamericano con la Selección Argentina, Campeón Sudamericano de Tiros Libres en Montevideo, dos veces representante olímpico argentino en Londres y Helsinsky (privilegio). Un curriculum que fue a la par de su genio y personalidad como pocos dentro de un playón de juego; que alcanzó la estatura de un autentico ídolo, generador de grandes convocatorias.
Un LLedó que nunca perdió la humildad pero que a la hora de defender a sus compañeros lo hacía con el temperamento de un autentico jefe indio. Que desechó el cholulismo de conspicuos funcionarios o empresarios para compartir la cena después de un partido con sus modestos amigos vendedores de lotería o canillitas con los que solía frecuentar a menudo.
Muchos lo criticaron justamente por ello de manifestarse soberbio o mal educado sin reparar de que era simplemente un tipo autentico.
Un fugaz repaso memorioso de mi niñez me lo ubica jugando al basquetbol en su apogeo una noche en la antigua cancha de Estudiantes Unidos. Pero conservo latente su figura de vecino, sin haberme dado cuenta, en mi inocencia, de que yo nací y me crié al lado de un ídolo inolvidable.

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