A MODO DE PRESENTACION

Ya esta. El sueño se cumplió. Dejare de escribir en las paredes, ahora tengo mi pagina propia. Soy un periodista de alma, que desde hace 40 años vive y se alimenta de noticias. Tenia 18 años cuando me recibieron en El Liberal de Santiago del Estero, el doctor Julio Cesar Castiglione, aquien le debo mucho de lo que soy me mando a estudiar dactilografia. Ahí estaba yo dando mis primeros pasos en periodismo al lado de grandes maestros como Noriega, Jimenez, Sayago. Gracias a El Liberal conocí el mundo. Viaje varias veces a Europa, Estados Unidos, la lejana Sudafrica y América del Sur, cubriendo las carreras del "Lole" Reutemann en la Formula 1. Después mi derrotero continuo en Capital Federal hasta recalar para siempre en Mar del Plata, donde nacieron tres de mis cinco hijos y conocí a Liliana, el gran amor de mi vida. Aquí fui Jefe de Redacción del diario El Atlántico y tuve el honor de trabajar junto a un enorme periodista, Oscar Gastiarena. De el aprendí mucho. Coqui sacaba noticias hasta de los edictos judiciales. Bueno a grandes rasgos ese soy yo. Que es Mileniomdq, una pagina en la web en donde encontraras de todo. Recuerdos, anedoctas, comentarios. Seré voz y oídos de mis amigos. Ante un hecho de injusticia muchas veces quisistes ser presidente para ir en persona al lugar y solucionar los temas. Eso tratare de ser yo. Una especie de justiciero ante las injusticias, valga el juego de palabra. No faltaran mis vivencias sobre mi pago, Visiten el lugar, estoy seguro que les gustara. Detrás de mis comentarios idiotas se esconde un gran ingenio.

viernes, 11 de agosto de 2017

: "SALVO QUE ME MUERA ANTES"


Los últimos momentos luego del fallecimiento del expresidente fueron reconstruidos por el periodista Ceferino Reato. El adelanto es del libro "Salvo que me muera antes".
Martes, 01 Agosto 2017 18:31
 El periodista Ceferino Reato acaba de terminar el libro "Salvo que muera antes. El día que murió Kirchner. La noche que nació el Cristinismo" (Editorial Sudamericana), una reconstrucción de los últimos momentos de Néstor Kirchner.El periodista Ceferino Reato acaba de terminar el libro "Salvo que muera antes. El día que murió Kirchner. La noche que nació el Cristinismo" (Editorial Sudamericana), una reconstrucción de los últimos momentos de Néstor Kirchner.
En el libro, da detalles de cómo ocurrió el fallecimiento del expresidente y de lo que pasó luego.
Y describe, en detalle, la última despedida de Cristina Fernández a su esposo.Reproducimos en la nota algunos fragmentos adelantados por Infobae. La noticia
El secretario general de Redacción de La Nación, Héctor D'Amico, se sorprendió mucho al recibir el llamado en su casa de la corresponsal de Santa Cruz, Mariela Arias. Era feriado, temprano, y ella nunca lo llamaba a su celular.
—Disculpe si lo desperté. Quería decirle que ya envié a la web del diario un anticipo muy importante, pero que el equipo de la plataforma online no lo quiere subir.
—¿Y qué decía esa noticia?
—Que Néstor Kirchner estaría gravísimo, en el hospital de El Calafate.
—¿Qué?
—Sí, que Néstor Kirchner estaría gravísimo. Yo estoy en Río Gallegos y él, en El Calafate. Pero lo tengo confirmado de muy buena fuente.
—¿Es segura esa fuente?
—La fuente es inmejorable. También le mandé un mensaje de texto a (Luis( Buonomo para que, por favor, confirme la noticia.
—Buenos, vamos a subir eso que enviaste.
La corresponsal de La Nación en los dominios de los Kirchner se refería al equipo técnico del sitio on line del diario, cuyos integrantes eran los primeros en llegar. En un feriado, un poco más tarde de lo habitual. Pero no podían subir noticias.
D'Amico recuerda ahora que al rato, minutos después de que la noticia apareciera en la web del diario, Arias volvió a llamarlo y le confirmó que el expresidente había muerto.
—Tengo la respuesta de Buonomo. Textual: "Frío".
Quien había logrado comunicarse con el amigo y médico de Néstor Kirchner era otra periodista de La Nación, Mariana Verón, que seguía los temas políticos vinculados con el gobierno y que horas después viajaría a El Calafate, enviada por el diario.
El momento de la despedida
A las ocho y media, cuando estaba oscureciendo, el doctor Buonomo llamó al funebrero.
—Cerrá el cajón.
—¿Van a Buenos Aires?
—Sí.
Hasta ese momento se especulaba con que el expresidente fuera velado en una ceremonia abierta al público en Río Gallegos -en la Casa de Gobierno que ocupó durante tres períodos consecutivos- o en Buenos Aires, donde aparecían dos lugares alternativos: el Congreso o la Casa Rosada.
El cierre del cajón es el momento crítico de un velatorio; el desgarrador instante de la despedida. Yosver se paró en una de las puntas del cajón, con el soldador en la mano derecha y una cajita con herramientas en la izquierda.
Primero, habló Cristina, los ojos llorosos clavados en el rostro de su compañero durante más de treinta y cinco años, la voz quebrada por el dolor.
—Pensar que trabajamos tanto. Nos vinimos al sur tan jóvenes y ahora te vas y me dejás sola. Pero, quédate tranquilo: yo te voy a hacer quedar bien… ¡Te amo! ¡Te voy a extrañar siempre!
Luego, fue el turno de su hijo, Máximo.
—Chau papá. Te juro que a todos los que te hicieron esto… ¡los voy a hacer mierda!
Cuando Cristina se retiraba, un comedido la tomó del brazo para ayudarla a bajar el escalón del desnivel de ese sector del living.
—Llévenla, llévenla hasta el…
—Yo no soy ninguna vieja chota para que me anden llevando. Me voy porque no soporto el ruido de ese soldador -lo interrumpió la Presidenta, rápidamente recompuesta de la despedida, en el velatorio íntimo donde Cristina mostró a la plana mayor del oficialismo que ya se había convertido en la nueva jefa de todos ellos.

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