Las expresiones de la "cirujana de Nordelta",despectivas para con la Bristol y sus habitués, fueron una excusa ideal para hacer lo de siempre y algo más. Hubo ronda de mate a pesar de tanta arena que volaba al ritmo del viento y, con aporte de los asistentes, donación de alimentos no perecederos para un comedor infantil de la periferia de la ciudad.
Fue una tarde difícil para andar por la costa, con ráfagas de más de 30 kilómetros por hora, pero aún así un centenar de vecinos se hizo parte de la "particular estética visual" de la rambla y los lobos de piedra. Bajaron por las escalinatas, avanzó por el pasillo público para formar una ronda en torno a un mate gigante, convertido en símbolo de esta convocatoria.
No más de cien personas participaron del evento convocado por redes sociales. A pesar de las condiciones climáticas difíciles hubo buena respuesta. "Nació como algo contra la cheta de Nordelta pero lo convertimos en una acción positiva, para ayudar a los Peques de Villa Evita", dijo Adrián Maucci, que gestó esta manifestación.
El audio que se convirtió en viral desde los medios generó aquí algunas expresiones de rechazo, aunque la mayoría que se lo tomó a risa y hasta hubo algún gesto en ámbitos de gobierno como para llevar el tema al Concejo Deliberante y llegar a una expresión de repudio institucional, idea que no llegó a prosperar.
"Esa mujer debería venir aquí, ver la ciudad que tenemos y sobre todo esta respuesta solidaria de tantos vecinos que rechazan semejantes expresiones de discriminación", dijo a LA NACION Laura, docente que pasó unos minutos con sus hijos para compartir un mate y adherir a esta particular protesta.
Orlando López, que suele tomar sol más cerca de Punta Iglesia, se sumó a esta cruzada con algo de indignación. "Es increíble que una profesional tan formada nos venga a hablar de moral por tomar mate y disfrutar de la playa que cada verano recibe millones de argentinos", concluyó.
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